«Mi raíz fue cortada»

El relato de Marina Ubaldini, hija de Eduardo Ubaldini y María del Luján Gómez, fue uno de los más conmovedores de la segunda jornada de testimoniales del sexto tramo del juicio La Escuelita. Stella Maris Solanas, amiga de la familia y también víctima de secuestro, declaró para sumar detalles a la reconstrucción de estos hechos.

En las palabras de Marina Ubaldini se perciben una mixtura de dialectos. Son huellas de una niñez atravesada por diferentes culturas y experiencias que fueron conformando su modo de hablar y otros aspectos de su vida. “Tengo dos patrias, familia en todos lados. Tanto acá como en México me preguntan por mi acento, les llama la atención”, explica ante el Tribunal Federal Oral 1 de Neuquén y destaca con pesar: “no soy de acá ni de allá”.

Ella nació el 14 de enero de 1978 en San Martín de los Andes, es hija de Eduardo Ubaldini y María del Luján Gómez. Por la persecución política y el cerco económico al que los sometió la dictadura militar, debieron exiliarse en 1980 y el destino elegido fue México.

 

Juicio Escuelita VI 19junio2019 FOTO Oscar Livera 007

 

Desde su infancia fue mamando historias y anécdotas de sus padres acerca de su pasado en suelo argentino y su reclusión en el exterior. “A los siete u ocho años yo ya sabía que el ejército nos había corrido”, dijo. Con el paso del tiempo y siendo más grande, su interés por conocer la verdad sobre lo que sufrió su familia se intensificó. “Me interesé y pregunté porque se trataba de mi raíz, de lo que pasó en mis primeros años de vida”, contó entre sollozos Marina.

El 24 de marzo de 1976 Ubaldini, Gómez y Solanas fueron los primeros detenidos junto con otras personas de localidades cordilleranas que los militares ya tenían «marcados». Ni en ese momento ni cuando fueron liberados obtuvieron alguna explicación.

Dos años después, durante el desarrollo del Mundial de Fútbol, el matrimonio es nuevamente apresado por las fuerzas militares y esa vez con mayor violencia. “Entraron un día al mediodía, según me contó mi papá y a patadas derribaron la puerta. Revisaron toda la casa y plantaron panfletos para inculpar a mis padres del supuesto corte de transmisión de un partido de fútbol, ocurrido en San Martín de los Andes”, recordó Marina.

“Sacchitella es el apellido que siempre está presente en los relatos que he escuchado” enfatiza y añadió: “era un militar (por el gendarme Emilio Sacchitella, a cargo del Escuadrón de Gendarmería de la zona) que vivía en Junín de los Andes pero que iba a hacer operativos en San Martín de los Andes”. Una vez detenidos, los amenaza con que debían deshacerse de Marina o la llevarían al hospital. Finalmente, familiares y amigos cercanos se encargaron de ella.

Eduardo y María del Luján son esposados y trasladados a Junín de los Andes para luego terminar en Neuquén. El calvario dura 20 días en los que continúan con esposas sujetos a una cama, sin poder moverse y sin que les expliquen los motivos de la detención. Después de ese período los llevan nuevamente Junín de los Andes, donde son liberados.

“En 1979 otra vez detuvieron a mi papá con motivo de la visita de Jorge Rafael Videla a San Martín de los Andes”, recordó Marina y agregó: “Sacchitella le advierte que irían a ‘visitarlo’ a la casa y que esperaban ‘no encontrar nada’”. A finales del mismo año, a María del Luján le permiten volver a trabajar en la escuela donde había dado clases. Pero pasado un par de semanas la despiden ya que en su grupo había hijos y nietos de altos mandos militares y estos no la querían en el aula.

“Mi raíz fue cortada de tajo y había algo en mí que debía sanar”

Si bien había vuelto a Argentina en varias ocasiones de vacaciones, en 2011 le toca a ella, acompañada por su pareja, tomar una decisión que cambiaría su vida: emprender el retorno definitivo al suelo natal. De profesión bióloga, consiguió trabajo en el ministerio de Educación de Nación y pudo radicarse al año siguiente en San Martín. Actualmente trabaja con maternidad y primera infancia.

“Es horrible sentirse sin patria, sin raíz. Yo vine a vivir a Argentina para poder lograr una reparación personal, una sanación de mi raíz. Vine a ser mamá también. Eso y mi trabajo me han ayudado. Este testimonio fue el primer paso y, además, es un aporte para todas las causas de delitos de lesa humanidad que hay en el país”, concluyó Marina Ubaldini su relato.

Oscar Livera
Los organismos de Derechos Humanos participan de las extensas jornadas de testimonios en cada audiencia

Previo al testimonio de Marina, por videoconferencia desde San Martín de los Andes, declaró Stella Maris Solanas, una arquitecta que vivió la primera detención de los Ubaldini. Stella Maris era parte del grupo de amigos de la pareja y fue testigo de la persecución del matrimonio desde el golpe de estado de 1976 hasta que decidieron exiliarse en México.

Stella Maris detalló que Eduardo se desempeñaba como agrimensor y María del Luján como docente en San Martín de los Andes. Él había militado en el Partido Comunista en Bahía Blanca durante su juventud y ella había participado en alfabetización para adultos, pero ya en la ciudad lacustre no pertenecían a ninguna agrupación política. Eran personas que “tenían ideas similares acerca de la existencia de un estado benefactor y de la repartición de riquezas”, declaró.

Tanto ella como Marina, detallaron sobre las detenciones sufridas por el matrimonio Ubaldini e incluso Stella Maris especificó sobre las oportunidades en que fue detenida junto a ellos, así como los allanamientos sufridos por parte de las fuerzas armadas.

Eduardo había hecho trabajos de agrimensura para el ejército que nunca le pagaron y además no le permitían acceder a concursos que había ganado por su profesión. Perseguidos, la familia Ubaldini-Gómez tomó una decisión drástica para asegurar su futuro: el exilio. “Se vieron cercados laboralmente” confirmó Stella Maris y Marina puntualizó: “mi familia fue la única que tuvo que exiliarse de San Martín de los Andes por la persecución y detención por parte del ejército”.

Continúa la reconstrucción

El 22 y 23 de julio se reanudarán las audiencias. El 29 de ese mes está previsto que den su testimonio Eduardo Ubaldini y María del Luján Gómez. Por el mismo caso declararán como testigos Rodolfo Gómez y Luis Arrué a través de videoconferencia desde San Martín de los Andes. Mediante ese mismo sistema, el martes 30 será el turno de Aída Elsa Muñoz y Norberto Stochetti

 

Rocío Morales – Esteban Idiarte/ #Cobertura Colaborativa SPN

PJ Oscar Livera