Víctimas piden no declarar ¿Por qué?

En la apertura de la audiencia de hoy, el tribunal informó que Dionisia Manquín, esposa del testigo-víctima Almarza Arancibia, había solicitado que su esposo fuera exceptuado de declarar ya que por diversos problemas físicos –columna cervical, hernia de disco-, no podía concurrir. Se ofrecía ella para declarar.

Con el consentimiento de las partes se resolvió dejar sin efecto la concurrencia de Almarza Arancibia y que se incorporara por lectura su testimonio ofrecido en la etapa de instrucción.

También informaron que las testigos-víctimas Graciela Inés López y María Cristina Lucca, con residencia en Entre Ríos, también habían pedido que se las exceptuara de declarar.

Argumentaron que no estaban en condiciones de hacerlo; que no tenían más cosas que aportar que lo declarado en el juicio La Escuelita I, en 2008; que de esa manera evitaban tener que enfrentar situaciones victimizantes; y también razones de edad. Las partes aprobaron desestimar sus testimonios en el juicio oral.

 

Matías Subat 22 mayo
Almarza Arancibia con un pormenorizado testimonio en 2.012  (Matías Subat)

Si bien el caso de Almarza Arancibia es admisible en tanto se sabe que su salud está quebrantada, surgen interrogantes sobre si otros testigos son renuentes a declarar por la actitud que ha tenido el tribunal, particularmente el presidente Leónidas Moldes, de no permitirle a algunos testigos que se explayen en sus declaraciones, con el también atendible argumento de que debe evitarse cualquier situación que pueda resultar revictimizante para el testigo.

Esta actitud del tribunal ya venía siendo cuestionada por referentes de los organismos de derechos humanos y dio lugar luego, cuando a renglón seguido declaró Rubén Ríos y fue prácticamente instado a que cerrara su testimonio cuando se quebró por la emoción en un pasaje de su desgarrador relato sobre la inhumana tortura a la que fue sometido, el querellante de la APDH planteara formalmente el reclamo al respecto.

Aún cuando el juez Moldes defendió a rajatabla sus decisiones, cabe señalar que Barroetaveña intervino para poner una cuota de admisión al planteo de Goñi y, sin contradecir a Moldes, destacar que su requerimiento sería tenido en cuenta en el futuro.

Hay una solapada intención del tribunal de recortar los testimonios”

El abogado querellante por la APDH, Juan Cruz Goñi, en rueda de prensa, explicó el contrapunto que se produjo con el presidente del tribunal, Leónidas Moldes, por el reiterado accionar de cortar el testimonio de los sobrevivientes durante las audiencias.

goñi

Hay una solapada intención del tribunal de recortar los testimonios”, dijo Goñi y explicó que antes de que se iniciara el juicio “se decidió que los sobrevivientes tengan voz en las audiencias y no fuera (este tercer juicio, que abarca los mismos hechos que los dos primeros, pero con diferentes acusados) un juicio virtual, entonces no puede ser una manera solapada de ir en contra de esta decisión y de lo que consideraron los organismos de derechos humanos”.

Explicó que “bajo la práctica solapada de decir que se está protegiendo a los testigos para no revictimizarlos, en realidad se está subestimando la voz de las víctimas, de los sobrevivientes y de los familiares, que son los que están estructurando el relato colectivo y exigiendo justicia”.

Indicó que como querellante por la APDH “es fundamental que la palabra de las víctimas tenga un valor importante en este juicio” y que ante la introducción de un elemento nuevo en el relato, por ejemplo de Rubén Ríos, “cuando la víctima se quiebra emocionalmente, se le dice que ya conocían lo que iba a contar. Consideramos preocupante restringir la amplitud de la declaración, llegó al punto de decirle que el tribunal conocía todo lo que iba a decir, como un pronóstico de saber”.

Recalcó que hasta ahora se observaba este recorte de la palabra de los sobrevivientes “desvalorizando la palabra de la víctima cuando se le dice una, dos y hasta tres o cuatro veces que ya se conoce lo que va a decir, que no es necesario que lo diga, que su declaración está incorporada; entonces el testigo legítimamente se pregunta qué hago yo acá. Hay una subvaloración de la víctima como una persona sufriente, cuando en realidad es un sobreviviente parado frente al tribunal en una actitud en la que exige justicia”, dijo con firmeza el abogado.

 

Sindicato de Prensa de Neuquén 2.013